Todo el mundo tiene un pueblo, ese lugar en el que refugiarse cuando uno está hasta el gorro de la urbe. Bienaventurados los que tienen uno por lazos familiares y los que no, si andan a la caza y captura de uno, mejor que elijan uno con un buen restaurante. Porque no solo de admirar el paisaje y confraternizar con los paisanos viven los urbanitas. Aquí va una relación de pueblitos buenos con restaurante para escaparse en Semana Santa. Destinos con encanto (gastronómico).

Source: www.elperiodico.com



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