Europa ha empezado a plantearse en serio su rearme ante el temor a no poder contar con el gran hermano transatlántico, Estados Unidos, en caso de un regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. La necesidad de reforzar la defensa del propio territorio es ahora un asunto prioritario entre bloque comunitario, no solo entre los países del flanco este, ante un imprevisible Vladímir Putin. En paralelo han crecido las lagunas en la teórica solidaridad inquebrantable europea a Kiev, especialmente ahí donde gobierna el populismo prorruso, sea de ultraderecha o izquierdista, mientras el calendario electoral de 2024 pronostica una consolidación de este espectro.

Source: www.elperiodico.com



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