El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, vuelve a Oriente Próximo. Tras la presentación de una propuesta de tregua para detener la guerra en Gaza e intercambiar a los rehenes israelíes por presos palestinos, el alto diplomático estadounidense ha iniciado una nueva gira por la región. En el inicio de su octavo tour desde el inicio de la guerra contra Gaza, el pasado 7 de octubre, Blinken ha estado en El Cairo, donde se ha reunido con el presidente egipcio, Abdelfatá el Sisi, y después ha volado hacia Israel. “Mi mensaje a los gobiernos de toda la región: si quieren un alto el fuego, presionen a Hamás para que diga ‘sí'”, ha dicho antes de abandonar la capital egipcia en referencia al plan ya aceptado por Israel.
Nueve días después de su presentación, Hamás aún no ha dado una respuesta oficial al plan del presidente estadounidense Joe Biden. Desde hace semanas, el grupo palestino ha insistido en que sólo aceptará un acuerdo que garantice un cese permanente de las hostilidades y una retirada total de las tropas israelíes del enclave palestino. La propuesta del líder demócrata incluye un alto al fuego, el intercambio de rehenes israelíes por prisioneros palestinos, una retirada gradual de las tropas israelíes de Gaza y la puesta en marcha de un plan de reconstrucción del enclave palestino. Pero reiteradamente Israel, en palabras de su primer ministro, Binyamín Netanyahu, ha repetido que no detendrían la guerra hasta que no destruyeran a Hamás.
Reproches de Hamás
“Creo firmemente que la abrumadora mayoría de la gente, ya sea en Israel, Cisjordania o Gaza realmente quiere creer en un futuro en el que israelíes y palestinos vivirían en paz y seguridad”, ha dicho antes de embarcar hacia el Estado hebreo. Hamás no ha tardado en responder a sus acusaciones que le colocan como el único opositor al plan. “El discurso de Blinken durante su visita a Egipto es un ejemplo de parcialidad hacia Israel y ofrece una cobertura estadounidense al holocausto llevado a cabo por la ocupación en Gaza”, ha afirmado su alto funcionario, Sami Abu Zuhri, a Reuters. Netanyahu sigue oponiéndose un acuerdo de alto el fuego definitivo, exigido por la sociedad israelí en las calles desde hace semanas. Incluso este domingo el ministro del gabinete de guerra, Benny Gantz, interlocutor favorito de Washington, ha dimitido por la gestión militar del primer ministro.
Durante esta gira, Blinken también viajará hasta Jordania y Qatar, que junto al país de los faraones, se han erigido en los principales mediadores entre las partes. A su vez, en los encuentros con los líderes regionales y, sobre todo, israelíes, el funcionario estadounidense quiere tratar de evitar que la guerra se expanda al Líbano. El plan sobre la mesa, presentado el pasado 31 de mayo, es la “mejor manera” de llegar a un alto el fuego, liberar a los rehenes restantes y mejorar la seguridad regional, según ha defendido Blinken desde El Cairo. Su viaje llega en un momento de elevada tensión, ya que la operación de rescate de cuatro rehenes israelíes el sábado pasado en el campo de refugiados de Nuseirat, en el centro de la Franja de Gaza, se saldó con más de 200 palestinos muertos, según fuentes del Ministerio de Sanidad de Gaza. Entre ellos, había 64 niños.
Ley en la Knesset
La trágica situación humanitaria en el enclave palestino y el elevado número de muertos, que ya alcanzan los 37.124 en apenas ocho meses de guerra, han hecho aumentar la presión internacional sobre Israel. En medio de un año electoral, el presidente estadounidense comprueba cómo su apoyo sin apenas fisuras al Estado hebreo repercute en una población civil volcada en la solidaridad con el sufrimiento de los gazatíes. Por enésima vez, en la Franja, los hospitales gazatíes paralizados por meses de ataques y bloqueos israelíes se han visto forzados a pedir ayuda mientras luchan por tratar a los pacientes. Durante este lunes, han continuado los ataques israelíes a lo largo y ancho del enclave palestino, y también los combates contra milicianos de Hamás.
En Israel, Blinken se reunirá con Netanyahu, seguido por Yoav Gallant, el ministro de Defensa. También se encontrará con Benny Gantz, pese a haber abandonado el gabinete de guerra, y con el presidente Isaac Herzog. Durante esta jornada, los parlamentarios israelíes votarán la primera lectura de una ley que reforzaría la política a largo plazo de conceder exenciones de servicio militar obligatorio a los estudiantes ultraortodoxos en las yeshivas o escuelas para estudiar la Torá y el Talmud. Pese a formar parte del Gobierno de Netanyahu, se espera que Gallant vote en contra de la ley como defensor de que todos los israelíes, sean o no ultraortodoxos, sirvan en el Ejército.
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