Las fresas es una de las frutas de temporada propias de la primavera. Procedente de América, fueron introducidas en Europa por los primeros colones de Virginia en el siglo XIX.
De hecho, Huelva es la mayor productora de fresas del viejo continente (un tercio del cultivo total y el 90% de España). Y es que, se han convertido en uno de los grandes productores de reconocido prestigio con una fruta de calidad, segura, saludable y, sobre todo, sostenible.
Además de ser una de las frutas más deliciosas, son muchas las propiedades que convierten a las fresas en uno de los alimentos más beneficiosos para nuestra salud.
Lo primero, son muy poco calóricas: entre 30 y 35 calorías por cada 100 gramos. Segundo, contienen antocianinas, que reduce el colesterol y el riesgo de sufrir hipertensión arterial (que sufre la mitad de la población española), con vitaminas, antioxidantes, potasio y calcio. Lo tercero, tienen una cantidad suficiente de vitamina C para hacer frente a resfriados y virus.
Y cuarto y último, ayudan a combatir el estreñimiento y proteger la piel y el cabello.
Sin embargo, más allá de sus beneficios, todos coincidimos que las fresas se pudren muy fácilmente. La explicación es muy sencilla: retienen mucho la humedad. Pero, afortunadamente, hay una serie de medidas que podemos llevar a cabo para que no se echen a perder en cuestión de días.
Es lo más importante. Nada más llegar a casa debemos guardar la caja de fresas en el frigorífico para evitar que comiencen a ponerse pochas y empiecen a pudrirse en cuestión de horas.
Para ello, podemos ayudarnos de un táper específico. Como este de la marca OXO, con una capacidad de 4,7 litros para almacenar frutas y verduras (como las fresas) para prolongar su frescura.
Tiene un diseño con hendiduras y ranuras para atrapar y absorber el gas etileno y ralentizar el deterioro de las frutas y verduras, que se mantienen frescas por más tiempo.
El marcador de fecha integrado indica cuándo es necesario cambiar el filtro. Hay que tener en cuenta que cada filtro dura 90 días.
Este táper promueve la circulación de aire de 360° al mantener el alimento alejado de la humedad en todos los lados del contenedor. Regula la humedad y mantiene a los alimentos con el mismo aspecto que el primer día.
Por ello, es perfecto para fresas, arándanos, moras, cerezas, uvas… E incluso guisantes, coles de Bruselas o hierbas aromáticas. Está disponible en Amazon por un precio de 29,34 euros.
Nunca hay que lavar las fresas antes de guardarlas en el frigorífico. La razón es que la humedad que absorbe esta fruta acelera su proceso de putrefacción. Solo hay que limpiar en el momento previo a consumirlas. Por supuesto, tampoco hay que quitarle las hojitas. Es la única forma de que se mantengan fresas como en el momento de comprarlas.
Es uno de los trucos que más circulado por las redes sociales. Si se lavan las fresas con una solución de tres partes de agua y una de vinagre, las fresas durarán más tiempo en la nevera. Aunque, sin duda, lo mejor es seguir la recomendación anterior: un táper específico, en el frigorífico y lavarlas antes de comer.
Source: www.elperiodico.com
