Antonio Serrano tiene 54 años. Era técnico en prevención de riesgos laborales. Estalló en una crisis de pánico y cayó en una depresión. Tiene un diagnóstico de trastorno bipolar. Es activista en Amb Experiència Pròpia (AEP), donde realiza talleres y charlas en institutos, universidades, empresas y entidades. Está separado y tiene una hija de nueve años a la que hace nueve meses que no ve. Su ex pareja alega problemas de salud mental que él ha acreditado que no existen. Ha conseguido de nuevo un régimen de visitas, que todavía no se ha concretado. Su caso es la excepción que confirma la regla, en la que la mayor parte de casos de discriminación tienen como víctima a mujeres.

Source: www.elperiodico.com



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